jueves, 15 de mayo de 2014

Medio Maratón de Ensenada 2014


La fecha llegó y como siempre, la semana anterior, tenemos ansiedad, expectación y un poco de nerviosismo.  Era la oportunidad de bajar mi tiempo que tanto anhelo, estar por debajo de las 2 horas, ya en el anterior MM había estado muy cerca de lograrlo, solo 44 segundos me faltaron, pero en fin, era tiempo de divertirse y disfrutar una carrera más.  Sería para mi, el noveno Medio Maratón, después de haber comenzado a correr en octubre de 2010.

Llegamos, como siempre, una hora antes de la hora de salida, es decir a las 7 de la mañana, es motivante ver la llegada de todos los corredores y corredoras, como van estirando, calentando y preparando todo para la señal de salida.

El momento llegó, según dicen los que saben, poco más de 1500 corredores y corredoras, estábamos listos y listas para empezar la aventura una vez más. ¡Pum! El sonido se escucho y comenzó el movimiento entre tanto cuerpo pegado al tuyo, risas, gritos, saludos y porras se oyen en los primeros metros de la carrera, todos vamos muy contentos, todos queremos platicar, todos queremos animar, todo queremos terminar esta aventura que va comenzando.

Los primeros tres kilómetros y el primer puesto de hidratación aparece.  Me vuelvo a dar cuenta, como en MM anteriores, que voy muy rápido para mi ritmo promedio, debo bajar el ritmo, voy a necesitar esa fuerza y energía para los últimos kilómetros, pero me fue muy difícil bajar el ritmo, no aprendo, debo tener mayor concentración en esos primeros kilómetros. Al llegar al kilómetro 7 sigo con paso muy rápido, insisto, a como estoy acostumbrado, el sol empieza a sentirse en el cuerpo, pero seguimos disfrutando la carrera, hablando con la gente, animando a los que nos están viendo para que nos tiren porras, las necesitamos, no es mucha gente en el camino pero siempre se tiene gente al lado de uno.

Llegamos al kilómetro 10, menos de una hora, está bien el tiempo, pero me temo que me estoy gastando la energía que necesitaré más tarde, comienza la cuesta de 2 kilómetros de largo, siempre atemoriza, pero la avanzamos y terminamos con un “Jesús en la boca”, la recompensa es que viene bajada, tiempo para descansar, aunque ya a esas alturas se siente igual, me siento un poco cansado, cansancio que no se me va a quitar nunca más.  Bajamos por la avenida principal de la ciudad (Av. Juárez), la gente nos anima, nos dice que ya falta poco, que no nos detengamos, incluso, mi hija Timna que me acompañaba en bicicleta la animan para que también corra, que se baje de la bici.  Se siente uno contento por lo que está pasando, pasamos por el hidrante de bomberos y es tiempo de refrescarse.

Kilómetro 15, faltan sólo 6 más, pero empiezo a sentir que me estoy acabando, ya no me importa el ritmo, lo que me importa es terminar ya sin importar tiempo ni ritmo, para esos momentos sabía que bajar de las 2 horas era ya imposible, por lo tanto, concentrarme en terminar y terminar bien.  Bajé por momentos considerablemente el paso, unos se paraban, pero yo me decía a mismo, no, tú no te paras, solo baja tu paso y después aumenta, eso fue lo que hice en los últimos kilómetros.

Los últimos dos kilómetros, del 19 al 21, es puro corazón, el olor de la meta se empieza a sentir, en el kilómetro 19.5 aproximadamente, la meta se avizora, ya la tenemos a la vista, juntamente con el mar al lado izquierdo nuestro, ahora habrá que llegar a ella.  Para esos momentos los síntomas de calambres aparecen en mi muslo (chamorro) izquierdo, le echo agua fría y me ayuda mucho, pero un dolor muscular arriba de la rodilla, en la pierna izquierda, empieza a hacer su efecto, me duele mucho, pienso que me ve a detener, pero al volver a ver la meta, la mente te dice que no te detengas, sigue adelante y comienza el último kilómetro, es tiempo de agradecer todo lo que ha sucedido, es tiempo de reconocer que todas las desmañanadas han valido la pena, la gente te anima, sientes la gloria, la adrenalina está al cien por ciento, mi hija me dice: “ya la hiciste papá, solo unos metros más, vamos”, palabras celestiales seguro. La meta frente a mí, el cronómetro marca 2.14.44, dos horas, catorces minutos y cuarenta y cuatros segundos, mal tiempo, pero, eso sí, un Medio Maratón más para mi vida.  Estoy contento, me siento SuperMan, lo he logrado una vez más, comienzo a pensar en el que sigue,


Solo tengo gratitud a Dios, a la vida, a mis amigos y amigas, a mi gente, que cercanos y no cercanos me acompañan en estas aventuras. Mi familia que me apoya va mi gratitud a ellos.  No superé mi marca, hice mal tiempo, pero me llevo mucha enseñanza que me ayudará en mi vida y en la siguiente carrera, el cual será el 27 de julio en Tijuana, Baja California, que por cierto, ya estoy inscrito con el número 119.

#DevorarKilómetros
#CorrerMeHaEnseñado
#LaNeta


Quién me acompaña, por segunda vez, en esta carreras, es mi amigo Jorge González.










lunes, 14 de abril de 2014

Medio Maratón Running Motion

Después de una dieta de medio maratones desde noviembre del 2013, dos 10k y un 6k, por fin, me presento a un Medio Maratón, de entrenamiento, en vísperas del Medio Maratón Internacional de Ensenada que se llevará a cabo el 11 de mayo del presente año.

La cita era a las 7 de la mañana.  Como siempre, la semana anterior se va cargando de ansiedad, nerviosismo y expectación por que el día llegue.  Pero ya era el día, levantamos temprano, llegamos a las 6 de la mañana, un poco frío y aún con poca obscuridad, los primeros corredorxs van llegando, sabíamos que no serían muchos, por algunas razones, sin embargo, varios llegaron al final, calculo que fuimos unos 500.

El momento de la partida llegó, escuchamos el conteo final y listo arrancamos por la ruta que ya todos conocemos, es la misma ruta del Medio Maratón Internacional.  Los primeros 5kms me di cuenta que estaba corriendo un poco más rápido de lo normal, cosa que no me alentó, era muy temprano para ir con esa velocidad, debía guardar energía para la última parte de la carrera, mantuve el paso hasta los 7kms y ahí baje un poco mi ritmo para lograr un equilibrio.

Llegamos al 10km y estaba en casi mi mejor marca de ellos, otra vez, no estaba contento, sabía que esa energía que estaba usando la necesitaría para el final de la carrera. Pero bueno, uno seguía en la ruta. Genial compartir con la gente que pasa a tu lado o que tu pasas a tu lado, existe una solidaridad a lo largo de todo el recorrido.  Muchos se van quedando, otros se van yendo, otros siguen contigo por un largo tiempo, no importa como vayan, todos estamos en la lucha por llegar, sanos y salvos, a la meta que se ve lejos al inicio, pero que se siente cerca conforme avanzamos kilómetros.

Los kms 13 al 15 son una cuesta prolongada, cansa, pero tomé la decisión de mantener un paso y no bajarlo, sin importar como me sintiera, el corazón me llevaría a la cima, cosa que logré, y me di cuenta que había hecho un esfuerzo más de la cuenta, ya que en la bajada, sentía igual de pesado que en la subida jajaja, pero en fin, ya estamos en el 16km, faltaban únicamente 5km, era poco.  Era tiempo de mantener el paso, observé que por el ritmo que llevaba en la carrera podría pensar en bajar las 2 horas en el MM, eso me alentaba y mi mente decía: ¡Vamos, no te detengas! A partir del 19km en adelante comencé sentir que una pierna podría sufrir calambres, el "chamorro" me lo avisaba, tuve que cuidar un poco, estar atento y tirar agua fría sobre el.

En fin, dos momentos de descanso, donde baje la velocidad considerablemente, me quitaron mi sueño de bajar las 2 horas, sin embargo, esos 2kms restantes son esos momentos que no cambio por nada, la meta se siente, se sabe que esta muy cerca, las piernas quieren flaquear, pero el corazón te motiva, te dice, no te detengas, falta poco.  Comienza uno a ver a los demás corredorxs con el mismo sentir, unos aumentan el paso, otro se mantienen, algunos que rebasaste hace mucho, te rebasan ellos a ti y viceversa.  La meta se ve y corazón palpita con mayor fuerza, empiezas a gritar por dentro, te sientes un triunfador, sientes que todo el esfuerzo de semanas valió la pena, uno más dije en voz alta, uno más. Estaba llegando y estaba FELIZ!!!

Mi tiempo en mi GPS fue de 2.00.44 horas es decir, que me quedé a 44 segundo de romper esa barrera de 2 horas, no importa, ya llegará ese tiempo.  Si no mal entiendo quedé en el puesto 192, ese fue el número que dieron al entrar a la meta, por lo tanto, me gané mi camiseta.  

La satisfacción de correr y terminar nadie me la quita.  Ahora a preparar todo para el 11 de mayo, arrancaré con el número 54.

















miércoles, 20 de noviembre de 2013

Rock and Roll Medio Maratón Las Vegas

Después de varios meses de espera, el 17 de noviembre llegó.  Nos levantamos con la convicción que teníamos que esperar hasta las 3 de la tarde para poder estar en el lugar, fue mi primera experiencia en una carrera por la tarde, el tiempo se hacía eterno. Tomamos un desayuno como a las 10 de la mañana y esperamos la hora.  Las 2:20 p.m. estaba arribando al lugar, ya se podía ver el mar de gente, entramos a un lugar de espera, donde miles de corredores y corredoras llegaban, se podía ver de todo.

Me tocó estar en el Corral 31, no se cuántos más estaban atrás de mi.  Las 4:30 y el mar de gente en una fila que era enorme, el ambiente estaba tenso, son los nervios previos a la carrera. Comenzó la salida, y nosotros, como Corral 31 tuvimos que esperar casi una hora para que nos dieran el banderazo de salida, es decir, mientras nosotros salíamos, los corredores de élite ya estaban por llegar a la meta, increíble, pero cierto.

¡Comenzamos! y la pregunta era ¿cómo le hago con tanta gente? Imposible correr sin encontrar gente ya caminando desde los primeros metros, el momento de hacer "zig zag" también comenzó.  El primer kilómetro lo hice en 7 minutos, muy lento, pero no se podía hacer más.  Al iniciar el tercer kilómetro se pudo despejar un poco más la pista.  Comencé a aumentar y bajar el ritmo de la carrera hasta llegar a los 6 minutos por kilómetro.  Me di cuenta que me sentía bien mientras iba aumentando la velocidad, sentí mucha confianza en mis piernas.  Para el kilómetro 8 llevaba un ritmo ya de por debajo de los 6 minutos, entre 5:45 y 5:50, eso me animaba, aunque muchas eran las piruetas que uno tenía que hacer, íbamos dándole duro.  Tomé mi gel energético, tal y como lo había programada en el Km 8 y adelante. Para el Km 9 , me llegó esa sensación de hacer del baño, era mucha el agua que había ingerido seguramente durante el día, el problema es que no estaba en México, estaba en USA, de lo contrario hubiera ido a un lote abandonado y listo, pero no, tenía que esperar que aparecieran los baños que los organizadores pusieron. Al fin, en el Km 10, más o menos, los baños frente a mi, salí del bloque corredores, y #LaNeta, me estaba haciendo, poco faltó para que eso sucediera, llego a los baños y ¡HAY FILA! no se vale, pero no tenía de otra, esperaba o me hacía en las mallas, perdí entre uno y dos minutos, pero al fin estaba listo para continuar.

Seguimos en la marcha y por el Km 12 entramos por unas calles totalmente obscuras, era como una película de terror, podías ver corredores al lado tuyo, pero a la distancia solo ciertos movimientos y como una culebra en la obscuridad, cosa curiosa esos tres kilómetros que corrimos, al llegar al Km 15 me encuentro con mi esposa que me abastece de un bote de agua, saludo y seguimos adelante, sabía que llevaba buen tiempo, seguía abajo de los 6 minutos por kilómetro.  Los siguientes cinco kilómetros fueron bellos, en el espacio de correr el Medio Maratón teníamos mucha gente, era casi imposible mantener el ritmo, pero al lado estaba el espacio del Maratón, estaba vació  me puse en esa línea y a darle, una sensación de libertad se apoderó de mi, me sentía que volaba, por el lado izquierdo dejando a todos atrás, del lado derecho la gente apoyando, ese fue mi momento de la carrera, una adrenalina increíble, en el Km 19 me quité la bandera de México que llevaba en la espalda y comencé a ondearla, la meta no se alcanzaba a ver, pero ya se olía y se podía sentir.

Pierna izquierda, más específicamente el "chamorro" comenzó a dar muestras de acalambrarse, me preocupé un poco, y más cuando la otra pierna comenzó con lo mismo.  Tomé agua fría que había en los centros de abastecimientos, a tirarla en los chamorros, cosa que si me ayudó bastante.

Al fin, la meta se veía, una vez más mi corazón se acelera, el momento de terminar es único, tantos meses de entrenamiento, tantos dolores en la carreras, tantas desmañanadas, el tiempo que estuve lesionado, era el momento de alcanzar la meta trazada varios meses atrás, es un momentos inigualable, le llamo #MomentoDelReino.  Crucé la meta con la bandera en alto y con la satisfacción de lograr una meta más en mi tiempo de correr.  Estaba completando mi séptimo maratón.  Otro logro más que pude obtener, después de más de un año, bajar mi tiempo personal, de 2 horas 7 minutos, logrado en Tijuana 2012 a 2 horas 5 minutos, estaba feliz.

Correr en Las Vegas fue algo increíble, luces y espectáculo a lo largo del recorrido.  Gente de todo tipo, disfraces desde El Chavo hasta el de Elvis Presley.  Se calcula que corrieron 50,000 personas, un mar de gente.

Agradezco a mi Dios por que puedo vivir esta experiencia inigualable, aún sigo sin creer todo lo logrado.  Agradezco a mi familia que siempre está conmigo, lejos o cerca pero me acompañan.
Agradezco a mis amigos y amigas que me animan a seguir adelante, con sus porras, con sus preguntas, con su comentarios, etc.
Agradezco a mi iglesia que me permite disfrutar estos momentos.

¿Qué sigue?

Medio Maratón Mexicali 2014
Medio Maratón Ensenada 2014
Maratón Rock And Roll San Diego 2014
Y no se que más, pero esto continúa.














martes, 1 de octubre de 2013

Epifanía de un runner

Epifanía de un runner


La verdad es que cuando sales a correr  aunque planifiques todos los detalles, siempre hay algo que te puede sorprender.  Desde aquel runner  que deja todo listo desde el día anterior hasta el hippie del asfalto (allí me inscribo) que hace esto sin más afán que por el mero gusto y las sensaciones que te llegan.  Sin embargo, unos y otros podemos tener siempre capítulos que no te esperas.

 Los hay poco gratos como la rama o la piedra con la que te tropiezas, o si eres de los que corres con música  de pronto se te descarga tu ipod (que es poco más o menos que quedarte sin gasolina) o que tal vez un día no rendiste como querías, pero hay otro tipo de cosas maravillosas que te sacan de lo que para algunos puede llegar a convertirse en una rutina como es tu plan de entrenamiento y la concentración que el mismo requiere. ¿Es esto malo?  Creemos que no. Correr es como la vida misma y lo mejor de ésta es dejarte sorprender. Resulta que vas  al 80 por ciento de tu frecuencia cardíaca y justo cuando subes la mirada buscando el aliento que necesitas te encuentras con los primeros rayos de un sol anaranjado que te hace sonreír. O quizás estás de suerte porque  el “aleatorio” de tu reproductor de música te colocó justo en ese preciso momento tu tema preferido. Ese “combo” del amanecer y tu mejor canción juega a tu favor porque en ese instante sientes que la “sangre te hierve” y tus pies se hacen más ligeros. Ya no corres porque la sensación es que estás flotando. Es la vida potenciada. Es un momento mágico e irrepetible. Una epifanía en la que se conjuga lo físico, lo mental y me atrevería a decir que incluso lo espiritual. Te sientes más vital que nunca, llegas a oler la grama y el montón de mariposas que normalmente revolotean y a las cuales no les prestas atención hoy  hacen una danza sólo para ti.  Das gracias porque hay algo en el fondo de tu corazón que te apunta que “nunca podrás estar mejor” que en ese efímero minuto. Sí, vendrán otros, pero  ese día, esa mañana, ese entrenamiento que estaba planificado como “otro más” para conseguir tu objetivo se transformó en un capítulo que te dejará la sensación que aunque no seas un atleta de grandes tiempos no importa porque igual naciste para correr.

Tomado de Soy Maratonista

lunes, 30 de septiembre de 2013

Corriendo ... de nuevo.

Dejando atrás la lesión, la cual está casi recuperada, estamos ya corriendo de nuevo, tenemos dos o tres semanas ya en activo, poco a poco vamos aumentando intensidad y volumen   Estamos haciendo, cada vez que salimos, entre 8 y 10 kilómetros, confiamos que en unas dos semanas más hagamos una distancia de 20 kilómetros.

Por momentos fue un poco desesperante no poder salir a correr, algo normal, pero ahora estamos de nuevo, con ganas, respirando libertad y preparando todo para un nuevo Medio Maratón.  Este año no podré correr mi segundo Maratón, compromisos familiares me impiden hacerlo en la fecha que se tiene para diciembre del 2014 en Mexicali,  Baja California, sin embargo,estamos proyectando hacerlo e junio del 2014 en San Diego, California.

Sigamos corriendo, disfrutando y pensando mucho, si, estos últimos recorridos tengo muchas cosas en la mente, trato de ordenarlas, pero existe uno que me "atormenta" un poco, día tras días está conmigo, espero que muy pronto ese pensamiento sea liberado.

Sigamos corriendo, disfrutando los amaneceres que nos presenta la naturaleza, la vida propia, es un gozo poder ver el amanecer mientras uno surca por las calles de la ciudad, es toda una bendición.

En el caminos andamos y nos estamos viendo ...

miércoles, 28 de agosto de 2013

Lesionado ...


Hace 20 días sufrí una lesión en la planta del pie.  Era día de hacer distancia larga y me propuse 20 kilómetros, los cuales, durante los primeros 18 kms todo marchaba normal, sin embargo, en el kilómetro 18, en una curva peraltada y un acotamiento peraltado en sentido contrario, sentí un dolor muy intenso en mi planta del pie derecha, recordé que siempre en ese recorrido algo sucedía con los otros tenis, sin embargo, esta vez se convirtió en un dolor fuerte.  El mismo calor del cuerpo me permitió llegar a los 20 kilómetros, pero sí con molestia en la planta.

Hice mis estiramientos normales del término de carrera, y me dispuse para regresar a casa en el autobús de la ciudad, al momento de llegar y bajar del autobús; y por supuesto, ya con con cuerpo frío, el dolor era intenso en la planta de del pie tendiendo hacía el talón. Me dí cuenta que era algo serio, no era solamente algo pasajero, como pueden imaginar el mundo se me derrumbaba, ¿y ahora? ¿hasta cuándo? ¿volveré a correr? preguntas muy pesimistas pero llegan a estar en esos momentos en la mente.

Han pasado 20 días, la lesión va cediendo poco a poco, ya pude darme cuenta exactamente dónde está la lesión, es en la parte central del arco.  Cada día ungüentos de cebo de coyote (regalo de unos amigos), sobada y pocos "diclofenacos", y creo que aquí está mi grande error y la razón de por que a durado tanto, no he usado los suficientes anti inflamatorios, por lo cual hace unos días atrás comencé a usar regularmente y le lesión va cediendo a mejor ritmo.  Espero que en pocos días ya pueda estar corriendo, debo tener paciencia.

Había escuchado de corredores que se lesionan y lloran por no correr, ahora los comprendo, he pasado por momentos de ansia queriendo ya salir a correr, pero me doy cuenta que no puedo.  Le digo a la gente que me estoy muriendo por salir a correr, pero creo que no lo captan en su totalidad, es normal.  Pienso en el futuro y me da miedo en sólo pensar que no podré volver a correr, pero se que todo tiene un tiempo y la lesión tiene su tiempo para recuperarse.

Me propuse entrar a un gimnasio, no quiero perder todo lo que he ganado en los últimos tres años.  Estoy trabajando la bicicleta Spinning por una hora, además de algunas rutinas de aparatos que seguro me están y me ayudarán mucho cuando vuelva a correr.

A estas altura estoy más tranquilo, como dije, todo tiene un tiempo, sí existe un dejo de preocupación, pero son cosas de los corredores y debo saber esperar.

Hace poco estaba leyendo un artículo que se llama Las 5 etapas emocionales por las que pasa un runner lesionado y comprendí mucho acerca de mi estado emocional. Alguien, que no corre por supuesto, me dijo que mejor me olvidara de correr, "no hermano" no me digas eso, después de haber llorado, reído, gritado, triunfado, ¿cómo podré dejar esto que se ha vuelto parte de mi? no, no lo dejaré, se que debo cuidarme y esperar.

Una lesión me está enseñando a ser paciente, a ver el horizonte y saber que la luz sigue prendida, que así como existe el día y la noche, existe el dolor y la tranquilidad.  Mi lesión tendrá que recuperarse.  Cada día la atiendo, la "mimo" y le doy su tratamiento.

Le agradezco a Dios por este tiempo de lesión, le agradezco que me acompañe en la lesión, ¿el me empujo? jajaja, por supuesto que no, pero seguro participa conmigo.  Hace poco recordaba el texto que el escritor de Hebreos le dice a sus oyentes: "Corran con paciencia la carrera que tenemos por delante ..", el autor tenía en mente a los corredores de aquellos tiempos, todo lo que tenían que hacer para correr y mantenerse en la carrera, se requería paciencia y perseverancia, en las lesiones y en las no lesiones.  Dios me enseña que debo ser paciente en los asuntos de mi vida y mi salud.

Espero que la próxima entrada de mi blog sea un anuncio de que ya estoy corriendo.

viernes, 9 de agosto de 2013

¿Qué siento al correr?

Estoy por cumplir tres años de haber comenzado a correr. De 122.5 kilos que pesaba, hoy debo estar arriba de los 83 y debajo de los 85, en realidad no me he pesado en mucho tiempo, más adelante, en cuanto tenga la oportunidad lo haré.  El correr comenzó como un intento de bajar de peso, pero nunca imaginé que llegaría hasta donde he llegado el día de hoy, he corrido seis Medios Maratones y un Maratón, y la sed de correr crece conforme avanza el tiempo.  En todo ese tiempo he recibido un sinfín de preguntas, tales como: ¿Ganaste la carrera? ¿Para qué corres? ¿Cuántos kilómetros corres en las mañanas? ¿Qué no te cansas? Y muchas otras más, pero recientemente alguien me preguntó: ¿Qué sientes al correr? mi primera respuesta fue, uff, muchas cosas.  Sin embargo, no estaba satisfecho con la respuesta y desde ese tiempo he estado meditando qué siento al correr y eso quiero expresar aquí, seguro que es el mismo sentir de muchos corredores y corredoras, pero esto es lo que vivo cada vez que corro, tanto en mi entrenar diario como en alguna competencia.

Siento LIBERTAD. Es lo primero que siento cuando corro, una libertad para correr por donde yo quiera, disfrutar el amanecer. No se que sientan las aves al volar, pero cuando corro siento que vuelo, me siento yo mismo en la inmensidad de este universo, el cual voy disfrutando en todo momento, Una libertad que me permite llegar hasta donde yo quiera llegar, hasta donde yo quiera comenzar el regreso, una libertad que no tiene fin. Me siento libre, veo a la gente en sus carros pasar, yo al lado de ellos en algunos momentos, ellos parados yo corriendo a lado de ellos, soy libre.  Disfruto cada paso que doy, es la libertad que me acompaña en cada recorrido.

Siento NOSTALGIA.  El correr me permite recordar mi pasado, mi niñez, mi juventud se vuelve una realidad durante la carrera, puedo ver en retro perspectiva lo que he sido a lo largo de los años, mis fracasos, mis logros y mis alegrías. Mis padres son un referente constante cuando corro.  Mis grandes amigos de la preparatoria, del seminario y de la vida cotidiana siempre los tengo en mi mente cuando ando por las calles corriendo. Todo eso me llena de una nostalgia a lo largo del recorrido
.
Siento DOLOR. Esto es paradójico, pero sin dolor no existe el triunfo y cuando uno corre le duelen las piernas, pero el corazón te levanta, sientes que las piernas ya no dan para más, pero tu mente te grita desde lo más profundo: ¡No te detengas! ¡Tú puedes más! Dolor cuando un músculo se resiente o una rodilla comienza a sentir los estragos del diarios batallar, pero al final, uno termina, con todo y dolor, pensando en el día de mañana que el dolor desaparecerá  y volver a correr.

(Finalizando el Medio Maratón de Ensenada 2012)

Siento que soy un TRIUNFADOR. Nunca he ganado una competencia y seguro que nunca ganaré una, pero cada vez que salgo a correr y termino mi recorrido siento que triunfé, lo logré, nada me detuvo, todo fue hacía adelante, con sus pequeños sin sabores de la misma carrera, pero al final, la meta se alcanzó, triunfé, no importa el lugar, lo que importa es terminar.  Esos últimos kilómetros para llegar a la meta se llena uno de adrenalina y fuerza para empujar, empujar y llegar.

Siento ALEGRÍA.  Correr me permite estar alegre en todo momento, sobre todo al terminar cualquier recorrido, tanto de entrenamiento como de competencia, es una alegría llena de adrenalina que lo hace uno “estremecer” y tener una satisfacción inigualable.  Cada paso, cada avance, cada llegada, cada meta superada, etc., es un toque de alegría.


Siento a mi GENTE.  Muchas gente, amigos, familiares, conocidos están conmigo, lo sé por muchas razones, por sus palabras, por su seguimiento, por su decisiones que han tomado algunos de comenzar a correr, porque siempre están ahí.  A esa gente la siento cerca de mi cuando corro, son parte de mi y casi las puedo visualizar cada día, son un apoyo a mi vida.

Siento la MÚSICA.  Siempre salgo una lista de canciones en mi iPhone, normalmente las selecciono con anticipación, mis gustos son muy variados, sin embargo, algunas canciones inyectan ánimo al momento de correr, cuando aparecen en mis oídos son como un fuente de poder que me anima.  Si estamos un poco casados, estas canciones le hacen olvidar a uno el cansancio y logran que uno aumente su paso, o por lo menos lo hagan sentir con mayor ánimo.

En fin, eso es lo siento cuando corro, posible haya más cosas que siento, pero eso es lo primordial al momento de correr.

Agosto 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

Medio Maratón Ensenada 2013


Calor y Humedad

Ayer corrí mi sexto Medio Maratón desde que comencé a correr hace dos años y medio, y tal como ha sucedido en cada uno de ellos, la experiencia ha sido única, agradable y con muchas nuevas reflexiones y aprendizajes.  Mi tiempo no mejora, hice 2 horas con 15 minutos, sin embargo, es algo que no me preocupa mucho, seguiré trabajando para lograr mejores tiempos, pero el correr y disfrutar todo lo que es el recorrido es algo que no se cambia por nada.


  

Esta vez, tuve la oportunidad de correr, por algunos kilómetros con mi amigo, el Pastor Jorge González Fragoso, quien corre desde hace muchos años, pero que esta vez fue su primera experiencia en un Medio Maratón.  Espero que ahora podamos correr juntos el Medio Maratón de Tijuana el 28 de julio del presente año.



En fin, el momento de la salida llegó, esos momentos antes de salir se hacen eternos, los cuerpos, ya algunos sudando y transpirando, juntos esperando que den el grito de salida. Comenzamos, y como siempre, todos salen en estampida, uno debe cuidarse de salir con ellos, es algo casi imposible no dejarse llevar por la adrenalina, pero siempre tratando de controlar.

Se había anunciado un poco de calor para ese día y en los primeros siete kilómetros pude experimentar ese calor y humedad que invadía nuestra ciudad de Ensenada, llevaba buen tiempo y buen promedio, según mis expectativas, era de 5:50 por kilómetro, pero, sí, un pero en el camino, el calor y la humedad me estaban “matando”, y pensé que de seguir así las cosas no me saldrían nada bien en este Medio Maratón, comencé a bajar un poco la velocidad y mantenerme hidratado, Jorge González comenzó a tomar ventaja de mí, no lo volví a ver hasta el kilómetro 18 aproximadamente.



Cabe mencionar que el entusiasmo de la gente en el camino lo alienta a uno a seguir adelante, y más cuando a uno le gritan: ¡Vamos Joven!, así pues sí.  Es interesante que cuando uno se “ancla” a una chica se convierte en el centro de atención, nos ven y toman fotos, va uno sólo y nadie lo pela, jajaja, así son las cosas.  Me gusta ir animando a la gente, jugando con los que aplauden, es decir, divertirme en 21 kilómetros.

Llegamos a los 12 kilómetros y comenzaba la cuesta de 2 kilómetros, para los que conocen Ensenada, es la ruta que va de la UABC – Sauzal a la Cruz Roja, una cuesta larga y cansada, pero he aprendido que debo mantener el paso a lo largo de ella, varias veces la he recorrido en mis entrenamientos, pero no es lo mismo entrenamiento que carrera oficial.  Curiosa cosa, en ese recorrido es cuando más gente pude rebasar, pero si fue agotadora.

Llegaron los últimos tres kilómetros, calle Primera y Rayerson, el clima estaba caliente y la humedad en su punto bueno, y si a eso le aunamos que uno ya está muy caliente, ya se pueden imaginar.  A la distancia podía ver y saber que mi amigo Jorge González traía un problema en la rodilla que por momentos lo hacía caminar, lo alcancé y dije: Vamos, aunque sea caminando pero termina.  Un dolor en mi muslo frontal izquierdo me apareció, creo que era como un calambre, no le hice mucho caso y comencé a avanzar hacia la meta, me acordé que los últimos kms se corren con la mente y eso fue verdad, ya no tenía fuerzas, pero mi mente me decía que faltaba poco y que levantara la velocidad. 

¡LA META! Se veía a la distancia, solo faltaba poco menos de un kilómetro, la emoción empieza a apoderarse de uno, la sensación de triunfo se hace patente en todo el cuerpo, la gente a lo lejos esperándolo, unos gritando y animando.  Aumenta uno el paso, crees que vuelas, faltan pocos metros, solo quieres ver el cronómetro y decir ¡TERMINÉ!.  Llegar a la meta es indescriptible, solo alcancé a decir, UNO MÁS, gracias Dios. ¡Estaba Feliz! Era tanta la emoción, la adrenalina y la sensación de triunfo, que metros antes de llegar a la meta, mi hija me gritaba y yo no la oía.



Una alegría más a mi vida, un Medio Maratón más, el sexto, vienen dos más este año, trabajaré mucho para mejorar, pero no puedo negar que he mejorado, me siento ¡SUPERMAN!, es algo que todavía mi mente no asimila.

La oportunidad de convivir con tanta gente, tantos corredores y corredoras. De solo pensar que todos ellos corren por nuestras calles, en las mañanas, en las tardes o en las noches me hace pensar que, a pesar de correr sólo entre semana, en realidad no estoy sólo.

Ya lo dije, pero lo vuelvo a decir: En julio 28 Medio Maratón de Tijuana, octubre Medio Maratón de Rosarito y diciembre posible Maratón Gobernador (nuevamente). Espero que sí.

Corriendo por Jesús



jueves, 27 de diciembre de 2012

Después del Maratón

A poco más de una semana de haber realizado mi primer Maratón, me siento muy bien. Descansé toda una semana, algunos dolores fueron menguando, pero otro fueron apareciendo en el transcurso de la primera semana. Sin embargo, los dolores no importaron, la satisfacción de haber terminado fue suficiente para disfrutar cada día, con dolor o sin dolor. Ocho días después de reposo, comencé a correr un poco, fueron únicamente 5Kms y medio, sentía que podía dar más, pero sabía que tenía que ir incrementando poco a poco, así que me detuve y agradecí a la vida y a Dios que nuevamente estaba en las calles después de la experiencia agotadora de un Maratón. Al día siguiente hice 7Kms y puede sentir como nuevamente las piernas estaban comenzando a agarrar su propio ritmo. Durante el entrenamiento, a lo lejos, aparecen ciertos dolores que me aquejaron durante el Maratón, nada de que alarmarme, pero por momentos estaban presentes. Y hoy, después de un día de descando alcancé los 9kms, me sentí muy bien, tanto físico, emocional y espiritualmente. Fue un buen entrenamiento, puedo percibir que al entrar el año haré una carrera larga de entrenamiento y será el regreso definitivo después del Maratón. En medio de las ricas comidas de la temporada me he podido disciplinar en cuidar la alimentación, por supuesto que no me quedo con hambre, eso jamás, pero si tengo que tener cuidado de ciertas cosas. Ante el nuevo año que se avecina ya estoy pensando cuáles serán las metas que quiero lograr para el 2013, algunas ya aparecen en la mente, el día 31 las expreseré por esta vía. Agradezco a Dios esta bella oportunidad de correr, se ha convertido en algo muy importante en mi vida, no es una locura, es una pasión.

martes, 18 de diciembre de 2012

Mi Primer Maratón 2012

Después de cuatros Medios Maratones, me presentó ante un Maratón, 42 kilómetros con 195 metros.  Todas la ansiedad, nerviosismo y emoción llegaban al inicio de la prueba.

Maratón Gobernador en Mexicali 2012

La sola experiencia de estar ante la oportunidad de correr un Maratón ya era muy emocionante. Llegué, a la cita, con una hora de anticipación. Comenzaba el tiempo de ver llegar a muchos corredores y el calentamiento necesario. El clima era un poco frío.

La meta era terminar sin importar el tiempo y la estrategia era sencilla, correr los primeros 30kms a un promedio de 6:30 o 7:00 minutos por kilómetro. Comenzó la carrera, todo el tiempo esperado estaba dando sus primeros frutos. Mantuve la estrategia desde un principio, pude darme cuenta que muchos corredores y corredoras llevaban un paso más lento, eso me animó, también otros un poco más rápido, a los cuales ignoré. En los primeros 10 kms lo pasé en una hora con 3 minutos, estaba en buen tiempo. El cuerpo estaba en óptimas condiciones, la siguiente meta era llegar a los 20kms. Llegamos con un tiempo de dos horas y quince minutos, todo estaba como se había planeado, a estas alturas el sol de Mexicali se podía sentir un poco intenso. Ahora la meta era llegar a los 30kms cosa que logramos con un ritmo más lento, ya las piernas comenzaban a sentir los estragos de la carrera. Al pasar el km 30 la pierna derecha comenzaba a dar indicios de calambres y un dolor en la rodilla, lo cual se fue intensificando, me hizo bajar el ritmo considerablemente, estaba anclado con una chica de Tijuana, la cual estaba enfrentando la misma situación. Lo que no queríamos hacer es caminar, sin embargo el dolor en la pierna se intensificaba. A partir del km 32 comencé a caminar un poco y correr otro poco, me di cuenta que necesitaba una estrategia, dije: camina 1km y correr otro km. Bien, comencé a hacerlo, y debo decir que al caminar una ampolla me salió en un dedo de la pierna derecha (para variar), el dolor se convirtió por momentos un verdadero tormento, comencé a pensar que no terminaría el Maratón. Al comenzar a correr en el km 36, ¡ME DESPLOMÉ! y dije: ¡Aquí se acabó todo!  Me subí al camellón, me tiré en el pasto y comencé a llorar, no sabía por qué lloraba, pero estaba llorando, mi hijo me alentaba, fue un momento crítico. Un minuto a más tarde, pasó una chica, después supe que se llamaba Laura, con su equipo de ayuda y ellos me gritaron: ¡Vamos, falta poco, no te detengas! Palabras que hicieron levantarme, dejar todo mi equipo de bolsa, celular y audífonos a mi hijo, y así, comenzar de muevo a correr, solo faltaban 8kms. Corriendo y caminado pude avanzar 8kms, el dolor era muy intenso, la pierna ya no daba para más, pero esa sensación de estar llegando y pasar el km 40 es algo que no puedo describir, es algo único, lágrimas volvían aparecer, pero ahora sabía que terminaría. Km 41, solo faltaba 1km, la meta no se podía ver, pero se podía oler. La sensación de triunfo, si es que esta existe, estaba en mi mente, 200 metros antes de llagar, la Meta estaba frente a mí. Solo pude decir: ¡Gracias Dios, lo logré!  Aquellos que me dieron ánimo entraban unos segundos delante de mí. Gracias a ellos yo estaba terminando. Busqué a mi hijo, lo abracé y me puse a llorar. ¡UNA EXPERIENCIA ÚNICA!

Pude sentir la adrenalina, el dolor, el sufrimiento y la victoria en todo su esplendor. Por supuesto que correré otro Maratón, tengo que trabajar muy duro en eso, por el momento, solo quiero disfrutar esta victoria, que es mía y solo mía.

Al terminar cometí un error muy grande, me fui y me tiré en el pasto, no lo hubiera hecho, pasé dos horas tirado con unos calambres, donde algunos de ellos me hicieron gritar, muy dolorosos.  La tarde fue con mucho dolor en las piernas, tardaré algunos días en recuperarme, pero ya estoy pensando cuándo volveré a salir a correr por las calles de mi ciudad.

Aprendí, y no por que no lo supiera, sino que esta vez lo viví en carne propia, que para alcanzar una meta se tiene que sufrir y llorar algunas veces, en otras se requiere la ayuda de un amigo, que con una palabra te alienta y te despiertas. Le debo mucho a Laura (559) y su equipo, durante el trayecto no dejaron de animarla a ella y a los que estábamos a la par de ella. No se de dónde son ni quiénes son, solo se que fueron parte de mi entrada a la Meta, desde aquí y con sencillez les doy las gracias.

Gracias a todos los que han estado y están apoyándome de cerca y la distancia.

Algunos fotos tomadas por mi hijo, las cuales son de los Km 36 al final.








Mi hijo Asaf (Gracias por estar conmigo amigo)









¡Ella es Laura!






UN VIDEO DE LA LLEGADA A LA META