miércoles, 28 de agosto de 2013
Lesionado ...
Hace 20 días sufrí una lesión en la planta del pie. Era día de hacer distancia larga y me propuse 20 kilómetros, los cuales, durante los primeros 18 kms todo marchaba normal, sin embargo, en el kilómetro 18, en una curva peraltada y un acotamiento peraltado en sentido contrario, sentí un dolor muy intenso en mi planta del pie derecha, recordé que siempre en ese recorrido algo sucedía con los otros tenis, sin embargo, esta vez se convirtió en un dolor fuerte. El mismo calor del cuerpo me permitió llegar a los 20 kilómetros, pero sí con molestia en la planta.
Hice mis estiramientos normales del término de carrera, y me dispuse para regresar a casa en el autobús de la ciudad, al momento de llegar y bajar del autobús; y por supuesto, ya con con cuerpo frío, el dolor era intenso en la planta de del pie tendiendo hacía el talón. Me dí cuenta que era algo serio, no era solamente algo pasajero, como pueden imaginar el mundo se me derrumbaba, ¿y ahora? ¿hasta cuándo? ¿volveré a correr? preguntas muy pesimistas pero llegan a estar en esos momentos en la mente.
Han pasado 20 días, la lesión va cediendo poco a poco, ya pude darme cuenta exactamente dónde está la lesión, es en la parte central del arco. Cada día ungüentos de cebo de coyote (regalo de unos amigos), sobada y pocos "diclofenacos", y creo que aquí está mi grande error y la razón de por que a durado tanto, no he usado los suficientes anti inflamatorios, por lo cual hace unos días atrás comencé a usar regularmente y le lesión va cediendo a mejor ritmo. Espero que en pocos días ya pueda estar corriendo, debo tener paciencia.
Había escuchado de corredores que se lesionan y lloran por no correr, ahora los comprendo, he pasado por momentos de ansia queriendo ya salir a correr, pero me doy cuenta que no puedo. Le digo a la gente que me estoy muriendo por salir a correr, pero creo que no lo captan en su totalidad, es normal. Pienso en el futuro y me da miedo en sólo pensar que no podré volver a correr, pero se que todo tiene un tiempo y la lesión tiene su tiempo para recuperarse.
Me propuse entrar a un gimnasio, no quiero perder todo lo que he ganado en los últimos tres años. Estoy trabajando la bicicleta Spinning por una hora, además de algunas rutinas de aparatos que seguro me están y me ayudarán mucho cuando vuelva a correr.
A estas altura estoy más tranquilo, como dije, todo tiene un tiempo, sí existe un dejo de preocupación, pero son cosas de los corredores y debo saber esperar.
Hace poco estaba leyendo un artículo que se llama Las 5 etapas emocionales por las que pasa un runner lesionado y comprendí mucho acerca de mi estado emocional. Alguien, que no corre por supuesto, me dijo que mejor me olvidara de correr, "no hermano" no me digas eso, después de haber llorado, reído, gritado, triunfado, ¿cómo podré dejar esto que se ha vuelto parte de mi? no, no lo dejaré, se que debo cuidarme y esperar.
Una lesión me está enseñando a ser paciente, a ver el horizonte y saber que la luz sigue prendida, que así como existe el día y la noche, existe el dolor y la tranquilidad. Mi lesión tendrá que recuperarse. Cada día la atiendo, la "mimo" y le doy su tratamiento.
Le agradezco a Dios por este tiempo de lesión, le agradezco que me acompañe en la lesión, ¿el me empujo? jajaja, por supuesto que no, pero seguro participa conmigo. Hace poco recordaba el texto que el escritor de Hebreos le dice a sus oyentes: "Corran con paciencia la carrera que tenemos por delante ..", el autor tenía en mente a los corredores de aquellos tiempos, todo lo que tenían que hacer para correr y mantenerse en la carrera, se requería paciencia y perseverancia, en las lesiones y en las no lesiones. Dios me enseña que debo ser paciente en los asuntos de mi vida y mi salud.
Espero que la próxima entrada de mi blog sea un anuncio de que ya estoy corriendo.
viernes, 9 de agosto de 2013
¿Qué siento al correr?
Estoy por cumplir tres años de haber
comenzado a correr. De 122.5 kilos que pesaba, hoy debo estar arriba de los 83
y debajo de los 85, en realidad no me he pesado en mucho tiempo, más adelante,
en cuanto tenga la oportunidad lo haré.
El correr comenzó como un intento de bajar de peso, pero nunca imaginé
que llegaría hasta donde he llegado el día de hoy, he corrido seis Medios
Maratones y un Maratón, y la sed de correr crece conforme avanza el tiempo. En todo ese tiempo he recibido un sinfín de
preguntas, tales como: ¿Ganaste la carrera? ¿Para qué corres? ¿Cuántos
kilómetros corres en las mañanas? ¿Qué no te cansas? Y muchas otras más, pero
recientemente alguien me preguntó: ¿Qué
sientes al correr? mi primera respuesta fue, uff, muchas cosas. Sin embargo, no estaba satisfecho con la
respuesta y desde ese tiempo he estado meditando qué siento al correr y eso
quiero expresar aquí, seguro que es el mismo sentir de muchos corredores y
corredoras, pero esto es lo que vivo cada vez que corro, tanto en mi entrenar
diario como en alguna competencia.
Siento
LIBERTAD. Es lo primero que siento cuando corro,
una libertad para correr por donde yo quiera, disfrutar el amanecer. No se que
sientan las aves al volar, pero cuando corro siento que vuelo, me siento yo
mismo en la inmensidad de este universo, el cual voy disfrutando en todo
momento, Una libertad que me permite llegar hasta donde yo quiera llegar, hasta
donde yo quiera comenzar el regreso, una libertad que no tiene fin. Me siento
libre, veo a la gente en sus carros pasar, yo al lado de ellos en algunos
momentos, ellos parados yo corriendo a lado de ellos, soy libre. Disfruto cada paso que doy, es la libertad
que me acompaña en cada recorrido.
Siento NOSTALGIA.
El correr me permite recordar mi pasado, mi niñez, mi juventud se vuelve
una realidad durante la carrera, puedo ver en retro perspectiva lo que he sido
a lo largo de los años, mis fracasos, mis logros y mis alegrías. Mis padres son
un referente constante cuando corro. Mis
grandes amigos de la preparatoria, del seminario y de la vida cotidiana siempre
los tengo en mi mente cuando ando por las calles corriendo. Todo eso me llena
de una nostalgia a lo largo del recorrido
.
Siento
DOLOR. Esto es paradójico, pero sin dolor no existe
el triunfo y cuando uno corre le duelen las piernas, pero el corazón te
levanta, sientes que las piernas ya no dan para más, pero tu mente te grita
desde lo más profundo: ¡No te detengas! ¡Tú puedes más! Dolor cuando un músculo
se resiente o una rodilla comienza a sentir los estragos del diarios batallar,
pero al final, uno termina, con todo y dolor, pensando en el día de mañana que
el dolor desaparecerá y volver a correr.
(Finalizando el Medio Maratón de Ensenada 2012)
Siento
que soy un TRIUNFADOR. Nunca he ganado una
competencia y seguro que nunca ganaré una, pero cada vez que salgo a correr y termino
mi recorrido siento que triunfé, lo logré, nada me detuvo, todo fue hacía
adelante, con sus pequeños sin sabores de la misma carrera, pero al final, la
meta se alcanzó, triunfé, no importa el lugar, lo que importa es terminar. Esos últimos kilómetros para llegar a la meta
se llena uno de adrenalina y fuerza para empujar, empujar y llegar.
Siento
ALEGRÍA.
Correr me permite estar alegre en todo momento, sobre todo al terminar
cualquier recorrido, tanto de entrenamiento como de competencia, es una alegría
llena de adrenalina que lo hace uno “estremecer” y tener una satisfacción
inigualable. Cada paso, cada avance,
cada llegada, cada meta superada, etc., es un toque de alegría.
Siento
a mi GENTE.
Muchas gente, amigos, familiares, conocidos están conmigo, lo sé por
muchas razones, por sus palabras, por su seguimiento, por su decisiones que han
tomado algunos de comenzar a correr, porque siempre están ahí. A esa gente la siento cerca de mi cuando
corro, son parte de mi y casi las puedo visualizar cada día, son un apoyo a mi
vida.
Siento la MÚSICA. Siempre salgo una lista de canciones en mi iPhone, normalmente las selecciono con anticipación, mis gustos son muy variados, sin embargo, algunas canciones inyectan ánimo al momento de correr, cuando aparecen en mis oídos son como un fuente de poder que me anima. Si estamos un poco casados, estas canciones le hacen olvidar a uno el cansancio y logran que uno aumente su paso, o por lo menos lo hagan sentir con mayor ánimo.
En fin, eso es lo siento cuando corro,
posible haya más cosas que siento, pero eso es lo primordial al momento de
correr.
Agosto 2013
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