lunes, 14 de mayo de 2012

¡Una vez más!


13 de mayo del 2012

Transcurrieron siete meses desde el primer Medio Maratón que realicé en la ciudad de Rosarito, Baja California, al día de ayer que volví a correr el Medio Maratón, ahora en mi ciudad de Ensenada, Baja California. Los sueños no se esfumaron, al contrario, se agigantaron ante nuevos retos. En Rosarito, y por vez primera en mi vida, corrí un Medio Maratón en dos horas catorce minutos. De ahí en adelante comencé a soñar mi nuevo tiempo en un Medio Maratón, visualicé hacer máximo dos horas, sin embargo, aparentemente no conseguí la meta, ya que hora hice dos horas ocho minutos, sin embargo, me siento muy entusiasmado por un nuevo tiempo en mi haber deportivo.

    ¡Estoy feliz! No puedo negarlo, han sido meses, semanas, días de mucha disciplina, de levantarse temprano, de cuidar las comidas, pero sobre todo, los excesos culinarios, los dolores que surgen en la piernas y las posibles lesiones que pueden ocurrir por falta de cuidado. En fin, todos esos avatares fueron sorteados y pude correr un Medio Maratón nuevamente, con un tiempo mejor que el anterior, eso me hace estar feliz.

Las semanas pasaban y el tiempo se acercaba, dos semanas antes pude lograr la inscripción al citado evento, tenía en mis manos el número 206, ya me sentía corriendo desde el momento que obtuve en ese número. Mantuve mi entrenamiento, reconociendo que requiero mayor control del mismo, como cada semana, el mismo ritmo, cuatro o cincos días a la semana recorriendo las diferentes calles de mi ciudad, un promedio, por salida, entre once y catorce kilómetros, con una carrera larga cada mes o cada tres semanas. Disfruto cada día que salgo a correr, mi mente y cuerpo se limpian de un sinfín de toxinas, es toda una aventura.
 
    Por fin, el día llegó, la hora de la salida era a las ocho de la mañana, por lo tanto, comencé mi “ritual” a las cinco de la mañana. Mi ropa estaba alistada desde la noche anterior, no fue problema vestirse rápidamente. Con poca luz en la ciudad salí de casa a las seis de la mañana, contento y con una gran expectativa, quería gritarles a todos a donde iba, quería decirles: ¡Voy a correr un Medio Maratón! Pero, era domingo, poca gente en la calle en esos momentos, aunque yo vía multitudes. En el camino a Playa Hermosa, lugar de Salida y Meta del Medio Maratón, fui hidratándome y comiendo un rico plátano. Llegué un poco antes de las siete de la mañana, poca gente, pero ya algunos corredores listos para la justa. Pude encontrarme con tres personas, dos hombres y una mujer de Kenia, envidiaba sus cuerpos, cuándo les pregunte de dónde venían, me dijeron con voz ronca; ¡De África! Al rato, ya los podía ver corriendo por la calle principal entrenando y calentando sus cuerpos, impresionan cuando uno los ve.


  
    La hora de la salida llegó, tres minutos antes de las ocho de la mañana ya estábamos listos, cientos de corredores, para comenzar la justa y empezar a divertirnos, sí, esto es una diversión. Corredores y corredoras de todos los colores y sabores puede uno ver, es toda una fiesta deportiva. Estaba concentrado y agradeciendo, nuevamente a Dios, esa libertad que me dio para disfrutar esos momentos. Hasta el momento sigo sin creer el giro que dio mi vida, en cuanto lo deportivo se refiere. Se oyó la voz: ¡Vamos! Y la aventura comenzó.

No se cómo explicarlo, pero en los primeros kilómetros, uno sabe hasta dónde va a llegar, se siente en las piernas, en el cuerpo, pero sobretodo en la mente. La gente sale como si se le fuera el tren, como locos y muy rápidos, yo aprendí una vez, que eso no se hace, uno tiene que salir con calma, con su propio ritmo y su propia meta. Así me fui bien durante los primeros once kilómetros, donde llevaba exactamente una hora de tiempo, me sentí bien, era un buen tiempo para mí. A mucha gente ya había dejado atrás y sentía que estaba a un buen ritmo, pero llegaron las tres cuestas, las cuales ya he recorrido por lo menos tres veces en mis entrenamientos, ahora las divisaba como una subida a La Rumorosa, eran enormes y muy empinadas, seguro que era una ilusión óptica. Baje el ritmo y me adentré en ellas, disfrutando como podía, en medio de la subida, pasar y dejar gente atrás. Llegué al kilómetro catorce, miré el tiempo, ahora estaba un poco atrasado, mi tiempo en esa distancia es de una hora trece minutos, en esos momentos llevaba una hora veinte minutos, no eran buenas noticias para mí. Faltaba un kilómetro de cuesta y comenzaba a sentir un poco los estragos de ella. Por fin, vino la bajada, mis piernas se aligeraron y se destensaron, estaba feliz, gente se fue quedando atrás, mientras abría la zancada y la intensidad, pero, al llegar al kilómetro dieciocho, tres antes de la meta, mis piernas empezaron a decirme: ¡Ya no podemos!, quería callarlas, decirles que era no tiempo para hacerse las chistosas, era el tiempo de recordar todos esos tiempos de lucha por las calles, pero no, ellas ya no querían seguir. Mi mente dijo, pues ahora terminas, no te detienes, baja un poco el ritmo, pero vas a llegar a la meta. Faltaba un kilómetro y las piernas ya estaban llorando, no podían más. Medio kilómetro atrás pude divisar la meta, mi mente y cuerpo se refrescaron al verla, sacando fuerzas de los más profundo de mi orgullo, alargué la zancada y la intensidad, quería llegar, mis ojos solo veían la Meta, al fin, pude ver la línea y el reloj que marcaba 2 horas, 7 minutos y 55 segundos, y al momento de cruzar, 2 horas 8 minutos. ¡Terminé! Estaba exhausto, las piernas me dijeron, Gracias, yo les dije, ya ven como sí se podía. ¡Estaba Feliz! 


Linda experiencia, mucha camarería y apoyo por parte de todos los corredores y corredoras. Vaya una felicitación para todos y todas quienes corrieron, juntamente conmigo, este Medio Maratón de Ensenada.

Lecciones aprendidas:

1. No subestimes las cuestas, por más que ya las hayas recorrido con anterioridad.
2. Guarda tus fuerzas para la segunda parte de la carrera.
3. Correr es una aventura divertida.

Agradecimientos

Agradezco a Dios por que puedo vivir este tipo de experiencias. Agradezco a todos mis amigos y amigas de todo México y algunos en el extranjero, por su apoyo constante en mi recorrido, por sus palabras de aliento, y me siento muy contento cuando oigo que han comenzado a correr, gracias amigos y amigas. Agradezco a mis hijos que desde lejos me ven cada mañana salir de la casa para irme a correr, porque tienen que soportar que mi tema favorito con la gente es acerca de las carreras, gracias hijos por ser pacientes conmigo, les amo. Y agradezco a mi esposa, que también cada mañana me observa en silencio levantarme y vestirme para irme a correr. Gracias a ella que desde tiempo atrás me pedía que bajara de peso, y yo hacía caso omiso. Gracias a ella por su paciencia en estos menesteres. Un día correremos juntos, es mi sueño. Este Medio Maratón se lo dediqué a ella.

Mis Metas Próximas:

Julio: Medio Maratón de la ciudad de Tijuana, Baja California
Octubre: Medio Maratón de Rosarito, Baja California
Diciembre: ¡Maratón Gobernador! En Mexicali, Baja California.

PD. Mañana martes comenzamos de nuevo a salir a las calles a correr … ¿gustas?