jueves, 15 de mayo de 2014

Medio Maratón de Ensenada 2014


La fecha llegó y como siempre, la semana anterior, tenemos ansiedad, expectación y un poco de nerviosismo.  Era la oportunidad de bajar mi tiempo que tanto anhelo, estar por debajo de las 2 horas, ya en el anterior MM había estado muy cerca de lograrlo, solo 44 segundos me faltaron, pero en fin, era tiempo de divertirse y disfrutar una carrera más.  Sería para mi, el noveno Medio Maratón, después de haber comenzado a correr en octubre de 2010.

Llegamos, como siempre, una hora antes de la hora de salida, es decir a las 7 de la mañana, es motivante ver la llegada de todos los corredores y corredoras, como van estirando, calentando y preparando todo para la señal de salida.

El momento llegó, según dicen los que saben, poco más de 1500 corredores y corredoras, estábamos listos y listas para empezar la aventura una vez más. ¡Pum! El sonido se escucho y comenzó el movimiento entre tanto cuerpo pegado al tuyo, risas, gritos, saludos y porras se oyen en los primeros metros de la carrera, todos vamos muy contentos, todos queremos platicar, todos queremos animar, todo queremos terminar esta aventura que va comenzando.

Los primeros tres kilómetros y el primer puesto de hidratación aparece.  Me vuelvo a dar cuenta, como en MM anteriores, que voy muy rápido para mi ritmo promedio, debo bajar el ritmo, voy a necesitar esa fuerza y energía para los últimos kilómetros, pero me fue muy difícil bajar el ritmo, no aprendo, debo tener mayor concentración en esos primeros kilómetros. Al llegar al kilómetro 7 sigo con paso muy rápido, insisto, a como estoy acostumbrado, el sol empieza a sentirse en el cuerpo, pero seguimos disfrutando la carrera, hablando con la gente, animando a los que nos están viendo para que nos tiren porras, las necesitamos, no es mucha gente en el camino pero siempre se tiene gente al lado de uno.

Llegamos al kilómetro 10, menos de una hora, está bien el tiempo, pero me temo que me estoy gastando la energía que necesitaré más tarde, comienza la cuesta de 2 kilómetros de largo, siempre atemoriza, pero la avanzamos y terminamos con un “Jesús en la boca”, la recompensa es que viene bajada, tiempo para descansar, aunque ya a esas alturas se siente igual, me siento un poco cansado, cansancio que no se me va a quitar nunca más.  Bajamos por la avenida principal de la ciudad (Av. Juárez), la gente nos anima, nos dice que ya falta poco, que no nos detengamos, incluso, mi hija Timna que me acompañaba en bicicleta la animan para que también corra, que se baje de la bici.  Se siente uno contento por lo que está pasando, pasamos por el hidrante de bomberos y es tiempo de refrescarse.

Kilómetro 15, faltan sólo 6 más, pero empiezo a sentir que me estoy acabando, ya no me importa el ritmo, lo que me importa es terminar ya sin importar tiempo ni ritmo, para esos momentos sabía que bajar de las 2 horas era ya imposible, por lo tanto, concentrarme en terminar y terminar bien.  Bajé por momentos considerablemente el paso, unos se paraban, pero yo me decía a mismo, no, tú no te paras, solo baja tu paso y después aumenta, eso fue lo que hice en los últimos kilómetros.

Los últimos dos kilómetros, del 19 al 21, es puro corazón, el olor de la meta se empieza a sentir, en el kilómetro 19.5 aproximadamente, la meta se avizora, ya la tenemos a la vista, juntamente con el mar al lado izquierdo nuestro, ahora habrá que llegar a ella.  Para esos momentos los síntomas de calambres aparecen en mi muslo (chamorro) izquierdo, le echo agua fría y me ayuda mucho, pero un dolor muscular arriba de la rodilla, en la pierna izquierda, empieza a hacer su efecto, me duele mucho, pienso que me ve a detener, pero al volver a ver la meta, la mente te dice que no te detengas, sigue adelante y comienza el último kilómetro, es tiempo de agradecer todo lo que ha sucedido, es tiempo de reconocer que todas las desmañanadas han valido la pena, la gente te anima, sientes la gloria, la adrenalina está al cien por ciento, mi hija me dice: “ya la hiciste papá, solo unos metros más, vamos”, palabras celestiales seguro. La meta frente a mí, el cronómetro marca 2.14.44, dos horas, catorces minutos y cuarenta y cuatros segundos, mal tiempo, pero, eso sí, un Medio Maratón más para mi vida.  Estoy contento, me siento SuperMan, lo he logrado una vez más, comienzo a pensar en el que sigue,


Solo tengo gratitud a Dios, a la vida, a mis amigos y amigas, a mi gente, que cercanos y no cercanos me acompañan en estas aventuras. Mi familia que me apoya va mi gratitud a ellos.  No superé mi marca, hice mal tiempo, pero me llevo mucha enseñanza que me ayudará en mi vida y en la siguiente carrera, el cual será el 27 de julio en Tijuana, Baja California, que por cierto, ya estoy inscrito con el número 119.

#DevorarKilómetros
#CorrerMeHaEnseñado
#LaNeta


Quién me acompaña, por segunda vez, en esta carreras, es mi amigo Jorge González.










lunes, 14 de abril de 2014

Medio Maratón Running Motion

Después de una dieta de medio maratones desde noviembre del 2013, dos 10k y un 6k, por fin, me presento a un Medio Maratón, de entrenamiento, en vísperas del Medio Maratón Internacional de Ensenada que se llevará a cabo el 11 de mayo del presente año.

La cita era a las 7 de la mañana.  Como siempre, la semana anterior se va cargando de ansiedad, nerviosismo y expectación por que el día llegue.  Pero ya era el día, levantamos temprano, llegamos a las 6 de la mañana, un poco frío y aún con poca obscuridad, los primeros corredorxs van llegando, sabíamos que no serían muchos, por algunas razones, sin embargo, varios llegaron al final, calculo que fuimos unos 500.

El momento de la partida llegó, escuchamos el conteo final y listo arrancamos por la ruta que ya todos conocemos, es la misma ruta del Medio Maratón Internacional.  Los primeros 5kms me di cuenta que estaba corriendo un poco más rápido de lo normal, cosa que no me alentó, era muy temprano para ir con esa velocidad, debía guardar energía para la última parte de la carrera, mantuve el paso hasta los 7kms y ahí baje un poco mi ritmo para lograr un equilibrio.

Llegamos al 10km y estaba en casi mi mejor marca de ellos, otra vez, no estaba contento, sabía que esa energía que estaba usando la necesitaría para el final de la carrera. Pero bueno, uno seguía en la ruta. Genial compartir con la gente que pasa a tu lado o que tu pasas a tu lado, existe una solidaridad a lo largo de todo el recorrido.  Muchos se van quedando, otros se van yendo, otros siguen contigo por un largo tiempo, no importa como vayan, todos estamos en la lucha por llegar, sanos y salvos, a la meta que se ve lejos al inicio, pero que se siente cerca conforme avanzamos kilómetros.

Los kms 13 al 15 son una cuesta prolongada, cansa, pero tomé la decisión de mantener un paso y no bajarlo, sin importar como me sintiera, el corazón me llevaría a la cima, cosa que logré, y me di cuenta que había hecho un esfuerzo más de la cuenta, ya que en la bajada, sentía igual de pesado que en la subida jajaja, pero en fin, ya estamos en el 16km, faltaban únicamente 5km, era poco.  Era tiempo de mantener el paso, observé que por el ritmo que llevaba en la carrera podría pensar en bajar las 2 horas en el MM, eso me alentaba y mi mente decía: ¡Vamos, no te detengas! A partir del 19km en adelante comencé sentir que una pierna podría sufrir calambres, el "chamorro" me lo avisaba, tuve que cuidar un poco, estar atento y tirar agua fría sobre el.

En fin, dos momentos de descanso, donde baje la velocidad considerablemente, me quitaron mi sueño de bajar las 2 horas, sin embargo, esos 2kms restantes son esos momentos que no cambio por nada, la meta se siente, se sabe que esta muy cerca, las piernas quieren flaquear, pero el corazón te motiva, te dice, no te detengas, falta poco.  Comienza uno a ver a los demás corredorxs con el mismo sentir, unos aumentan el paso, otro se mantienen, algunos que rebasaste hace mucho, te rebasan ellos a ti y viceversa.  La meta se ve y corazón palpita con mayor fuerza, empiezas a gritar por dentro, te sientes un triunfador, sientes que todo el esfuerzo de semanas valió la pena, uno más dije en voz alta, uno más. Estaba llegando y estaba FELIZ!!!

Mi tiempo en mi GPS fue de 2.00.44 horas es decir, que me quedé a 44 segundo de romper esa barrera de 2 horas, no importa, ya llegará ese tiempo.  Si no mal entiendo quedé en el puesto 192, ese fue el número que dieron al entrar a la meta, por lo tanto, me gané mi camiseta.  

La satisfacción de correr y terminar nadie me la quita.  Ahora a preparar todo para el 11 de mayo, arrancaré con el número 54.